miércoles, 3 de abril de 2013

Creerá que un hombre puede volar: El Protegido.

No se suele tener en cuenta a esta película cuando se habla de cine de superhéroes y hoy vengo con la firme intención de poner las cosas en sus sitio y reivindicar un filme que está sin lugar a dudas en mi top 3 de películas superheróicas.

Es cierto que no se basa en un cómic previamente publicado, e incluso resulta bastante increíble que tras el éxito de crítica y público de la cinta, absolutamente ninguna editorial estadounidense se haya decidido a crear una simple miniserie sobre el personaje.

Y si estoy equivocado,estaré encantado de que me rectifiquéis en los comentarios.

Y más en unos tiempos en los que la corriente iniciada con Watchmen de intentar acercar a los superhéroes al mundo real cobra más fuerza y tiene más exponentes destacados que nunca dentro del mundo de la viñeta.

En esta ocasión, mi afán de no destripar casi nada sobre el argumento de la película reseñada va a ser sustituido por una alerta de spoiler como la que os acabo de dejar porque de lo contrario, en lugar de una reseña escribiría un telegrama.

David Dunn (Bruce Willis) es un vigilante de seguridad que tras convertirse en el único superviviente de un accidente ferroviario descubre que, aunque jamás había reparado en ello, nunca se ha puesto ni siquiera enfermo. Elijah Price (Samuel L. Jackson), el coleccionista de cómics más radical (y envidiado por los que lo somos en la vida real) que hayamos visto en pantalla, es un personaje aquejado de una grave enfermedad que hace que todos sus huesos se partan con suma facilidad, lo que le hace vivir en su propio mundo y desarrollar una teoría acerca de la verdadera naturaleza de Dunn que consigue intrigar a este de puro disparatada. Y es que, según Price, Dunn es ni más ni menos que un superhéroe de la vida real. David, intrigado, comenzará a investigar y contrastar por su cuenta esta teoría, lo que le llevará a descubrir unos hechos ciertamente reveladores e impactantes.

Si bien al principio digo que la película no está basada en ningún cómic, realmente debería haber escrito que está basada en multitud de ellos, siguiendo escrupulosamente el esquema clásico de cualquier empijamado que se precie, a saber: personaje descubre sus poderes, aprende a controlarlos y , finalmente se enfrenta a su némesis.

Las frases con las que se abre la película, no dejan duda alguna sobre lo que vamos a ver y se constituye en una auténtica declaración de intenciones :
De media, hay 35 páginas y unas 124 ilustraciones en un cómic.
El precio de un solo número puede ir desde $1 a $140.000.
172.000 cómics son vendidos en USA cada día.
Más de 62.780.000 al año.
El coleccionista medio de cómics posee 3.312 ejemplares y dedica un tiempo total de un año de su vida a leerlos.
Cuando un servidor de ustedes (que, por cierto, según estas cifras está en la media del coleccionismo por lo que veo. Tendré que comprar más cómics) vio esta película en el cine en la era pre-internet, es decir, sabiendo por dónde iban los tiros pero sin saber exactamente a qué se enfrentaba, y se topó de entrada con estas cifras en blanco sobre negro sobre la pantalla tuvo una erección cinematográfica, y disculpen el símil, como nunca antes había tenido.

Hay que recordar que el filme, del año 2000, es anterior a la fiebre de adaptaciones comiqueras (dignas)  con la excepción de Blade. Así que leer esas frases en pantalla antes de mostrarnos una sola imagen era como si Shyamalan estuviese diciendo: "Sí a tí, frikazo. A tí es al que va dirigida esta película".

Y en efecto así es, aunque vista hoy en día en plena vorágine Vengadores/Dark Knight esto resulte mas bien poco novedoso. Y es que absolutamente todo en esta película es magistral.

Desde la presentación de personajes, hasta la caracterización encubierta de nuestro héroe, hasta el increíble carisma del villano, pasando por las interpretaciones de protagonista y antagonista y la plasmación revisitada y mistificada del Olimpo de los superhéroes y sus idiosincrasias recurrentes y terminando por el giro final de la trama marca de la casa.


Y, al menos para mi, es imposible no sentir simpatía y un altísimo grado afinidad con el malo de la película, hecho que suele ser clave para que una trama de este estilo avance con paso firme.

Pero claro: yo soy un frikazo y ya me lo advirtió el director antes siquiera de que empezase la película.

El bipolar M. Night Shaymalan nos entregó en esta película la que para mi es su mejor obra (El Sexto Sentido no aguanta un tercer visionado por motivos obvios, aunque se haga imprescindible un segundo) aún siendo la segunda, para después dejarse caer cuesta abajo y sin frenos por abismos creativos dignos de peores causas.

Vamos que, tal y como decimos en Asturias y en un celebrado sketch de Muchachada NuiVolviose llocu.

Pero antes de ello nos dejó la que, en mi opinión, es la película de superhéroes definitiva en muchos sentidos y por diversas razones.

2 comentarios:

  1. Es sin duda una de las mejores películas de superhéroes, sino la mejor (cuestión de gustos). Film maestro creado por un fan, para los fans. Personajes impecables, diálogos elaborados, incluso podemos destacar la música y si me descuidas la película plano a plano es estupenda (el plano giratorio del primer comic de Elijah, Bruce Willis en el tren, con ese vaivén entre los asientos...).
    Más que reivindicable, unbreakable.

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    1. Yo es que no sé como estos chavales del JLA blog me tiene aquí puesto cuando soy un ignorante cinematográfico,porque en cosas como esas que mencionas (planos, insertos musicales etc...) ni me fijo. Pero bueno, supongo que es algo que se percibe incosncientemente y que es lo que contribuye a que salga una gran película como es el caso.

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